Cómo mantener los frutos secos en perfecto estado:
Todos sabemos que nuestros frutos secos son los mejores del mercado. Los anacardos, las nueces de macadamia y las almendras son populares en todas partes, y pocos pueden resistirse a sus encantos.
Sin embargo, hay algo que puede aguar la fiesta. Y no estamos hablando del sabor amargo de las almendras. Me refiero al sabor que satisface la ley de Murphy, ese que sigues comiendo por mucho que intentes evitarlo, y que te convierte en el último en pie. Hay algo increíblemente desagradable en los frutos secos que los hace más suaves. ¡Horror!
La humedad es el enemigo de los frutos secos, por lo que este desagradable fenómeno es especialmente probable en los meses de otoño e invierno y cerca del mar. Si no se almacenan adecuadamente, se ablandarán en 24 horas y perderán su maravillosa textura crujiente al morder los anacardos tostados con rábano picante que ofrecemos como ejemplo.
Hoy vamos a mostrarte tres sencillos pero importantes consejos para que tus frutos secos sigan como el primer día. Finalmente.

- La temperatura ideal para los frutos secos es inferior a 20°C. Las altas temperaturas no son buenas para nuestros amigos. Si hace mucho calor, pueden guardarse en el frigorífico. Si ha comprado grandes cantidades de frutos secos y no los va a utilizar en poco tiempo, guárdelos en el congelador. Póngalos en pequeños paquetes de 50 gramos, séllelos bien y féchelos. Comprobará que la consistencia se mantiene incluso después de algunas semanas.
- Manténgalo alejado de la luz. Al igual que la temperatura, la luz no es su amiga. Este factor es aún más importante cuando se trata de frutos secos sin cáscara como las nueces, las avellanas y los anacardos. Evita que se oxiden y desarrollen un mal regusto.
- La mejor solución es un buen método de almacenamiento. Se pueden utilizar pinzas para la ropa, bandas elásticas y bolsas autosellantes ….. Recomendamos el uso de recipientes herméticos si es la forma de garantizar una conservación óptima. Son muy fáciles de conseguir y quedarán crujientes para el siguiente bocado. Después de seguir estos pasos, no olvides sellar bien. Sólo así se consigue que los frutos secos se mantengan en buen estado y conserven su textura crujiente el mayor tiempo posible.